SAN JORGE ORACION PARA LIBRAR DE ENEMIGOS, ENVIDIAS, MALAS LENGUAS, MAGIAS

Poderoso san Jorge, defensor de la fe del Señor,

noble paladín de las fuerzas del bien,

que saliste victorioso en mil batallas

y con tu fuerza y poder

luchaste contra la injusticia y el mal,
tu que preservaste a los más débiles y mansos

del dominio de orgullosos, coléricos y agresivos:

defiéndenos en el combate,

sé tú nuestro amparo contra la malicia del enemigo

y de las tentaciones y argucias del demonio.
 

Líbranos de sus engaños y su persecución

amparándonos en todo momento.

Invicto san Jorge,

aparta de mi mente las malas ideas

y los malos pensamientos,

que Dios por tu medio acreciente mi fe

y mi plena confianza en mi Creador

para salir victorioso en los embates de la vida

y que mi camino quede libre de obstáculos

para que cada día tenga más fuerza,

material y espiritual,

para luchar y vencer ante la adversidad y los enemigos.

Yo ...... andaré noche y día con mi cuerpo

cubierto y ceñido con las armas de San Jorge,

protegido con su escudo y su lanza.

Andaré tan libre como anduvo

Nuestro Señor Jesucristo

en el vientre de la Santísima Virgen María.

Que mis enemigos si tienen ojos

que no me vean,

si tienen boca que no me difamen,

si tienen oídos que no me oigan,

si tienen manos que no me agarren,

si tienen pies que no me alcancen ni lleguen a mi,
que nunca me sorprendan por la espalda

y que todo el mal que me desean

se disuelva antes de llegar a mi persona.

Con la Potestad de Dios,

con la fuerza y valimiento de San Jorge,

yo tengo el poder de cortar, desatar y liberar

toda clase de daño, envidia, traición,

de mal de ojo, malas lenguas y traiciones

salaciones, sortilegios, maleficios, conjuros,

hechos de día y de noche,

con toda clase de "dragones", 
malas artes, magias y malicias,

sobre mi persona, sobre mi familia y hogar.

Queden deshechos por mi virtud,

y, por Dios Todopoderoso y Creador,

sea liberado,

guardado, desatado, desviado,

y siempre libre y con victoria,

sobre mis enemigos.

Por el poder de Dios,

que vive y reina en el nombre del

Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así sea.

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.